La lavanda se ha utilizado durante más de 2.500 años. Antiguos persas, griegos y romanos la utilizaban para agregarla a su agua de baño para la purificación. Muchos textos antiguos dicen que estas civilizaciones antiguas también usaron la lavanda con fines medicinales y religiosos.
Curiosamente, la palabra “lavanda” viene de la palabra latina “lavare”, que significa “lavar”.
En la Edad Media, por su parte, flores de lavanda fueron esparcidas en los pisos del castillo para protegerse de las infecciones y malos olores. Durante la gran plaga de Londres, la gente creía que atar ramitas de lavanda alrededor de la cintura puede proteger contra la muerte Negro temida.
Aunque la lavanda es originaria de África del norte y las regiones montañosas del Mediterráneo, que ahora crece en todo el sur de Europa, Estados Unidos y Australia. Ahora también se usa en muchos lugares del mundo, ya sea como una hierba de jardín, un componente de popurrí o la fuente de su aceite esencial.
Los beneficios del aceite de lavanda para su cuerpo:
- Reducir la ansiedad y el estrés emocional.
- Protege contra los síntomas de la diabetes.
- Mejora la función cerebral.
- Ayuda a sanar quemaduras y heridas.
- Mejora el sueño.
- Restaurar la tez de la piel y reducir el acné.
- Envejecimiento lento con antioxidantes potentes.
- Aliviar el dolor.
- Aliviar los dolores de cabeza.