Según una historia, el nombre “romero” aparentemente tiene sus raíces en un cuento mitológico sobre la Virgen María. La historia es la siguiente: hace miles de años, las flores de la planta de romero eran blancas. Sin embargo, la Virgen María un día se encontró con un arbusto de romero y extendió su capa azul sobre ella mientras se sentaba a descansar. Debido a esto, las flores se volvieron azules también. Por lo tanto, la planta se llamaba “Rosa de María” o “romero”.
Sin embargo, es probable que el nombre “romero” haya sido derivado de “ros” y “marinus”, las palabras latinas para “rocío” y “mar” respectivamente. Después de todo, su nombre científico es Rosmarinus officinalis. Por lo tanto, “romero” puede significar realmente “rocío del mar”.
Rosemary también se presenta en otras tradiciones culturales y religiosas. Los antiguos egipcios, romanos, griegos y hebreos consideraban que el romero era una planta sagrada. En la época medieval, se usaba para proteger a las personas no solo de los espíritus malignos, sino también de la peste.
Por lo tanto, el romero ha tenido una importancia particular durante mucho tiempo. Por supuesto, no es solo un arma aromática y cítrica contra las fuerzas oscuras, también es una hierba importante en muchas tradiciones culinarias.
También se ha descubierto que tiene una amplia gama de beneficios para la salud. Muchos de estos beneficios han sido probados científicamente, lo que significa que las funciones del romero en la medicina popular y tradicional pueden en realidad estar enraizadas en hechos científicos. Por ejemplo, el romero ha sido considerado por mucho tiempo en la medicina popular como bueno para la memoria. Resulta que el 1,8-cineol, uno de los principales componentes del romero, en realidad mejora la memoria y puede incluso ser comparable a los medicamentos que tratan la demencia.