Los aceites esenciales para la tos son efectivos de dos maneras: ayudan a tratar la causa de la tos al matar toxinas, virus o bacterias que causan el problema y funcionan para aliviar la tos al aflojar la mucosidad y relajar los músculos del sistema respiratorio.
- Eucalipto: es un excelente aceite esencial para la tos porque funciona como un expectorante, ayudando a limpiar su cuerpo de los microorganismos y toxinas que lo están enfermando. También dilata los vasos sanguíneos y permite que llegue más oxígeno a los pulmones, lo que puede ser útil cuando toses constantemente y tienes problemas para recuperar la respiración
- Menta: es un aceite esencial para la tos porque contiene mentol y tiene propiedades antibacterianas y antivirales. El mentol tiene un efecto refrescante en el cuerpo, además de que puede mejorar el flujo de aire nasal cuando estás congestionado al desatascar tus senos paranasales.
- Romero: tiene un efecto relajante en su músculo liso traqueal, lo que ayuda a aliviar la tos. Al igual que el aceite de eucalipto, el romero contiene cineol, que ha demostrado reducir la frecuencia de ataques de tos en pacientes con asma y rinosinusitis.
- Limón: es conocido por su capacidad de estimular su sistema inmunológico y apoyar el drenaje linfático, que puede ayudarle a superar la tos y el frío rápidamente. Tiene propiedades antibacterianas, antioxidantes y antiinflamatorias, lo que lo convierte en una gran herramienta para apoyar su inmunidad mientras lucha contra una afección respiratoria.
- Orégano: dos ingredientes activos en el aceite de orégano son timol y carvacrol, ambos tienen poderosas propiedades antibacterianas y antimicóticas. La investigación sugiere que debido a sus actividades antibacterianas, el aceite de orégano se puede utilizar como una alternativa natural a los antibióticos que a menudo se usan para tratar afecciones respiratorias.
- Árbol del té: uno de los beneficios más bien investigados del aceite del árbol del té es sus poderosas propiedades antimicrobianas, que le dan la capacidad de eliminar las bacterias dañinas que conducen a las afecciones respiratorias.